Preghiera per la guarigione interiore e fisica -Oración para la Sanación Interior y física

Preghiera per la guarigione interiore e fisica

Signore Gesù, tu sei venuto a guarire i cuori feriti e tribolati, ti prego di guarire i traumi che provocano turbamenti nel mio cuore; ti prego, in particolar modo, di guarire quelli che sono causa di peccato.

Ti chiedo di entrare nella mia vita, di guarirmi dai traumi psichici che mi hanno colpito in tenera età e da quelle ferite che me li hanno provocati lungo tutta la vita. Signore Gesù, tu conosci i miei problemi, li pongo tutti nel tuo cuore di Buon Pastore.

Ti prego, in virtù di quella grande piaga aperta nel tuo cuore, di guarire le piccole ferite dei miei ricordi, affinché nulla di quanto mi è accaduto mi faccia rimanere nel dolore, nell'angustia, nella preoccupazione.

Tu che sei venuto a guarire i cuori afflitti, guarisci il mio cuore. Guarisci, Signore Gesù, quelle ferite mie intime che sono causa di malattie fisiche. Io ti offro il mio cuore: accettalo, Signore, purificalo e dammi i sentimenti del tuo Cuore divino. Aiutami ad essere umile e mite. Fammi testimone della tua vittoria sul peccato e sulla morte, della tua presenza di Vivente in mezzo a noi. Amen.

Queste preghiere fanno effetto se ripetute ogni giorno, non sono magiche dovete metterci impegno, le dovete ripetere per mesi, recitate con calma e con il cuore!

Oración para la Sanación Interior   y física

Señor Jesús, por favor ven y sana mi corazón herido y perturbado. Te ruego que me sanes de los tormentos que causan ansiedad a mi corazón. Te ruego, en forma especial, que traigas sanación sobre todos aquellos que son los causantes de mi pecaminosidad. Te ruego que vengas a mi vida y me sanes de los daños sicológicos ocasionados en mi niñez y de todas las heridas que ellos han causado a través de toda mi vida.

Señor Jesús, tú conoces mis cargas. Las rindo todas a tu Corazón de Buen Pastor. Te imploro -- por los méritos de las heridas abiertas en tu corazón -- que sanes las pequeñas heridas que están en el mío. Sáname del dolor de mis memorias, de esa manera ninguna mala experiencia anterior volverá a causar en mí dolor, angustia, ni ansiedad.

Sana, oh Señor, todas aquellas heridas que han sido las causantes de todo el mal arraigado en mi vida. Quiero perdonar a todos los que me han ofendido. Mira todas las heridas dolorosas que me impiden perdonar. Tú has venido a sanar a los corazones afligidos, por favor, sana mi corazón.

Sana, mi Señor Jesús, aquellas profundas heridas que me causan enfermedades físicas. Te ofrezco mi corazón. Acéptalo, Señor, purifícalo y dame los sentimientos de tu Corazón Divino. Ayúdame a ser manso y humilde.

Sáname, oh Señor, de la opresión causada por el dolor de la muerte de mis seres queridos. Concédeme el poder  de recuperar la paz y el gozo al saber que tú eres la Resurrección y la Vida. Hazme ser un auténtico testigo de tu Resurrección, tu victoria sobre el pecado y la muerte, tu presencia viviente entre los hombres. Amén.

Estas oraciones producen efecto si se repiten todos los días, no son mágicas, debéis poner dedicación y empeño, las debéis repetir durante meses, ¡rezad con calma y con el corazón!