Care amiche e cari amici,
Queridas amigas y queridos amigos:
La mia nipotina Paulita, farà la prima comunione ad agosto, le hanno chiesto nella catechesi famigliare che deve essere accompagnata specialmente nella sua preparazione dalla madrina, siccome io sono la sua madrina e data la lontananza (lei è a San Juan Argentina), io l’aiuterò con questi post dedicati specialmente a lei. Perciò in essi scriverò prima in spagnolo e alla fine si troverà la traduzione in italiano.
Mi sobrina y ahijadita Paulita, hará la primera comunión en agosto, le han pedido en la catequesis familiar que sea acompañada especialmente en su preparación por la madrina que soy yo, dada la distancia pues ella está en San Juan Argentina, la ayudaré con estas entradas dedicadas especialmente a ella. Invertiré el orden habitual de mis notas, y primero escribiré en castellano y al final estará el texto italiano.
Mi querida Pauly:
Para acompañarte con el corazón para el día tan especial de tu primera comunión en el que tendrán un encuentro muy especial con Jesús, te escribrié en mi blog algunas cartitas, espero que te gusten.
¡Te adoro mi princesa!
Con mucho amor la tía MIRTA
LA EUCARISTÍA
Es la presencia viva y real de Jesús en medio de nosotros en este sacramento. Por eso, la Eucaristía es el fundamento, el centro y la esencia, de nuestra fe católica que debe estar centrada en Jesús, nuestro Dios y Señor. La Eucaristía es el mayor regalo que Dios ha dado a los hombres. Es el tesoro más grande del mundo. Es la vida de nuestra vida, porque es el mismo Jesucristo en persona. La Eucaristía no es una cosa sagrada, es Jesús mismo, que nos dice:
Yo soy el pan de vida, el que viene a Mí ya no tendrá hambre; el que cree en Mí, jamás tendrá sed (Jn 6, 35). El que come mi carne y bebe mi sangre está en Mí y yo en él… El que me come, vivirá por Mí… El que me come, vivirá para siempre (Jn 6, 53-59). Y para algunos que lo dudan, les dice san Pablo: El pan que partimos, ¿no es acaso la comunión con el Cuerpo de Cristo? El cáliz de bendición que bendecimos, ¿no es acaso la comunión con la Sangre de Cristo? (1 Co 10, 16). Como si dijera, ¿alguno lo duda?
La Eucaristía es el manjar de los ángeles (Sab 16, 20), el pan de los fuertes (Sal 78, 25), el pan de los cielos (Sal 105, 40), el pan vivo bajado del cielo (Jn 6, 51). Es el mejor alimento para el crecimiento de nuestra vida espiritual.
Por eso mismo, la Iglesia nos dice, por medio de los Papas, que la Eucaristía es el don más grande que Cristo ha ofrecido a la Iglesia (Juan Pablo II, 31 de octubre de 1982). La Eucaristía es la fuente y cima de toda la vida cristiana (Catecismo de la Iglesia Nº 1324). La Eucaristía está en el centro de la vida cristiana y de la Comunidad parroquial (Juan Pablo II, 28 de mayo de 1996).
Precisamente, porque la Eucaristía es el mismo Jesús, nuestro Dios y Señor, hay, ante el sagrario de nuestras iglesias, de día y de noche, millones de ángeles acompañando, adorando y amando a su Dios sacramentado. Algunos santos se unían a los ángeles para adorar a Jesús.
San Josemaría Escrivá de Balaguer decía: Desde hace muchísimo tiempo, cuando hago la genuflexión ante el sagrario, después de adorar al Señor sacramentado, doy también gracias a los ángeles, porque continuamente hacen la corte a Dios1. Este mismo santo dice en su libro: “Es Cristo que pasa”: Cuando celebro la misa, me sé rodeado de ángeles que están adorando a la Trinidad. San Bernardo dice: En ese momento, los ángeles rodean al sacerdote, haciéndole una guardia de honor. Los ángeles llenan la iglesia, rodean el altar y contemplan extasiados la sublimidad y grandeza del Señor.
LA ESENCIA DE LA FE
La Eucaristía no es algo importante, sino imprescindible, para vivir nuestra fe. La Eucaristía es la esencia y fundamento de nuestra fe cristiana, porque sin Cristo, no hay cristianismo. Y la Eucaristía es el mismo Cristo en persona. No basta con creer en Cristo de modo teórico, es necesario amarlo personalmente y tenerle el máximo respeto.
Santa Margarita María de Alacoque (1647-1690) decía: Mi soberano Señor no ha cesado nunca de reprenderme directamente mis faltas. Lo que más le desagrada y de lo que me ha reprendido siempre con mayor severidad es la falta de atención y de respeto en presencia del Santísimo Sacramento, especialmente en el tiempo de la oración. ¡Ay de mí! De cuántas gracias me he privado por una distracción, por una mirada curiosa, por una posición más cómoda y menos respetuosa2.
Santa Faustina Kowalska nos dice: Hoy, después de la comunión, Jesús me ha dicho: Has de saber, hija mía, que cuando llego a un corazón humano que me recibe en la santa comunión, tengo las manos llenas de toda clase de gracias y deseo dárselas, pero las almas ni siquiera me prestan atención. Me dejan solo, piensan en otras cosas. ¡Oh, qué triste para Mí que me traten como a una cosa muerta!3.
Hija mía, no dejes la santa comunión a no ser que estés segura de haber caído gravemente. Fuera de esto, no te detenga ninguna duda para unirte a Mí en la comunión. Tus pequeños defectos desaparecerán en mi amor como una pajita arrojada a un gran fuego. Debes saber que me entristeces mucho, cuando no me recibes en la comunión.
El santo cura de Ars aconsejaba: Para acercarte a la comunión, te levantarás con gran modestia, te arrodillarás en presencia de Jesús sacramentado, pondrás todo tu esfuerzo en avivar tu fe. Tu mente y tu corazón deben estar centrados en Jesús. Cuida de no volver la cabeza a uno y otro lado. Si debes esperar algunos instantes, excita en tu corazón un ferviente amor a Jesucristo. Suplícale que se digne venir a tu pobre corazón. Y, después de haber tenido la inmensa dicha de comulgar, te levantarás con modestia, volverás a tu sitio y te pondrás de rodillas. Debes conversar unos momentos con Jesús, al que tienes la dicha de albergar en tu corazón donde durante un cuarto de hora, está en cuerpo y alma como en su vida mortal5.
Carlo Carretto, el gran escritor italiano, nos dice: Quisiera decir a todos aquellos que dejan solitario a Jesús en el sagrario: Imaginad que la fe de la Iglesia sea cierta. En tal caso, ¿no estaría justificado venir a quedarse junto a Él? Yo creo que Jesús está presente en la Eucaristía. ¡Cuánto me ha ayudado esta fe! ¡Cuánto debo a esta presencia! Es aquí delante, donde aprendí a orar. La Eucaristía es la mejor puerta de acceso a Dios. ¡Cuánta dulzura he sentido en la presencia de Jesús Eucaristía! ¡Qué bien he comprendido la razón de los santos para quedarse en contemplación ante este pan, implorando, adorando y amando!7.
Santa Teresita de los Andes, la santa chilena, muerta a los 19 años, decía: Quisiera hacer comprender a todos que la Eucaristía es un cielo, puesto que el cielo no es sino un sagrario sin puertas, una Eucaristía sin velos, una comunión sin término8. La venerable María Angélica Álvarez Icaza (1887-1978), la santa mexicana fundadora del Monasterio de la Visitación de la ciudad de México, escribió: Hoy he sentido de modo inefable la real presencia de Jesús en la Eucaristía, tan sensible como se siente la presencia de una persona viva al acercarse a ella. Así siento a mi Amado, al acercarme al sagrario. Siento algo así como su calor, su respiración, su vida. No puedo explicar cómo es esto, pero repito que lo siento como se siente a una persona viva9. Y ¡cuánto amor y cuántas bendiciones recibimos al comulgar! Deberíamos tener verdaderas ansias de comulgar como los santos.
La Venerable Sor Teresa María de Jesús Ortega dice así: Vino la guerra civil y Teruel, donde yo estaba, quedó cercado por los rojos. La angustia más dura era la comunión diaria. Comulgar..., por encima de todo, comulgar. No había formas. No había máquinas para hacer formas. No había. No había... tantas cosas. Pero había una cosa: hambre y sed de Dios. Había que comulgar, había que hacer lo imposible. Era el grito del alma, era la necesidad de la vida. ¡Comulgar, comulgar! Por encima de todo, comulgar. ¿Qué sería la vida sin comunión? Busqué dos planchas de carbón y las calentaba en un fuego que había por allí, busqué harina y un poco de agua. Con esa harina y esa agua hacía una masa y la metía entre las dos planchas. Salían unas formas empolvadas, deformes, pero Dios bajaba allí. El padre franciscano las consagraba a diario. ¡Qué misterio! No faltó un solo día la comunión. Faltó todo..., pan, agua, descanso, pero Dios no faltó, porque tenía Él más sed de nosotras que nosotras de Él.
Un día, haciendo esas formas tan sin forma, se cayó el techo encima. El techo y las paredes... La masa quedó convertida en algo negro, no servía para nada. Había que peregrinar de nuevo a otro rinconcito para seguir haciendo pan y poder alimentar nuestra alma de Dios. Pero se acabó el asedio y me metieron en la cárcel... ¡Un mes sin comulgar! Al salir de la cárcel, alguien me dio una cajita muy chica, pero llena de hostias consagradas. La llevaba a todas partes. ¡Cuántas comuniones ocultas! ¡Cuántos repartos diarios! ¡Qué comuniones de catacumbas! Paseaba por Valencia con el misterio... ¡Qué procesión del Corpus entre aquellos milicianos rojos! Él iba oculto y paseaba por las calles sin que nadie lo supiera. ¡Misterios invisibles! ¡Qué bueno eres Señor! Estás loco de amor por tus criaturas10. Al menos visitemos a Jesús todos los días en el sagrario. ¿Acaso no tenemos nada que pedir o nada que agradecer?
San Juan Bosco decía a sus jóvenes: ¿Queréis abundancia de gracias? Visitad a Jesús sacramentado con frecuencia. ¿Queréis pocas? Sed mezquinos en visitarlo. ¿No queréis ninguna? Pasad de largo11. El beato Manuel González repetía: ¡Ahí está Jesús! ¡Ahí está! ¡No lo dejen abandonado! Cuando en 1912 lo enviaron a dar una misión popular a Palomares del Río (Sevilla) se sintió estremecido por el abandono del sagrario. Dice así: Fuime derecho al sagrario de la restaurada iglesia en busca de alas a mis casi caídos entusiasmos... y ¡qué sagrario! Allí de rodillas, ante aquel montón de harapos y suciedades, mi fe veía a través de aquella puertecilla apolillada, a un Jesús tan callado, tan paciente, tan desairado, tan bueno que me miraba. Parecíame que, después de recorrer con su vista aquel desierto de almas, pasaba su mirada entre triste y suplicante, que me decía mucho y me pedía más..., una mirada en la que se reflejaba todo lo triste del Evangelio. De mí sé deciros que aquella tarde, en aquel rato de sagrario, yo entreví para mi sacerdocio una ocupación en la que antes no había soñado. Ser cura de un pueblo que no quisiera a Jesucristo para quererlo yo por todo el pueblo, emplear mi sacerdocio en cuidar a Jesucristo en las necesidades que su vida de sagrario le ha creado, alimentarlo con mi amor, calentarlo con mi presencia, entretenerlo con mi conversación, defenderlo contra el abandono y la ingratitud. ¡Ay! ¡Abandono del sagrario, cómo te quedaste pegado a mi alma! ¡Ay! ¡Qué claro me hiciste ver todo el mal que de ahí salía y todo el bien que por él dejaba de recibirse!
El cristianismo es el sagrario y el sagrario no es el remate, el broche de oro, sino que es todo el cristianismo, el principio y el fin y la razón de ser. Yo no puedo pensar qué sería un cristianismo sin Eucaristía, porque el fundador no quiso que lo hubiera. A más frecuencia del sagrario, más cristianismo; a menos sagrario, menos cristianismo.
¡Si supieras la diferencia que hay entre los sabios de biblioteca y los sabios del sagrario! ¡Si supieras, todo lo que un rato de sagrario da de luz a la inteligencia, de calor a un corazón, de aliento a un alma, de suavidad y fruto a una Obra! ¡Si supieras tú el valor que infunde ese rato de rodillas ante el sagrario!.
Por eso, quiero ser enterrado junto a un sagrario para que mis huesos, después de muerto, como mi lengua y mi pluma en vida, estén siempre diciendo a los que pasan: Ahí está Jesús. Ahí está. No lo dejen abandonado14. ¡Cuántas bendiciones nos perdemos por no amar más a Jesús Eucaristía! ¡Cuántas misas y comuniones y visitas perdidas para siempre por no haber puesto un poquito más esfuerzo de nuestra parte! Jesús es nuestro amigo, nuestro vecino, nuestro Dios, que nos espera pacientemente en el sagrario para enriquecernos con sus dones. Y pasamos de largo... ¡Cuántas bendiciones nos perdemos! ¡Cuán solo se siente Jesús en el sagrario! ¡Cuántas iglesias cerradas durante el día y Él esperando! ¡Qué pocos van a visitarlo y a recibirlo en la comunión con verdadera fe y amor! ¡Vayamos nosotros a visitarlo y hacerle compañía, porque Él no se dejará ganar en generosidad!
¡Cuántas bendiciones nos perdemos por no amar más a Jesús Eucaristía! ¡Cuántas misas y comuniones y visitas perdidas para siempre por no haber puesto un poquito más esfuerzo de nuestra parte! Jesús es nuestro amigo, nuestro vecino, nuestro Dios, que nos espera pacientemente en el sagrario para enriquecernos con sus dones. Y pasamos de largo... ¡Cuántas bendiciones nos perdemos! ¡Cuán solo se siente Jesús en el sagrario! ¡Cuántas iglesias cerradas durante el día y Él esperando! ¡Qué pocos van a visitarlo y a recibirlo en la comunión con verdadera fe y amor! ¡Vayamos nosotros a visitarlo y hacerle compañía, porque Él no se dejará ganar en generosidad!
Fuente: Libro "La Eucaristía y los niños", de Ángel Peña, http://es.catholic.net/catequistasyevangelizadores/817/2820/articulo.php?id=41554
Te dejo esta película para que la veas....
L'EUCARISTIA
È la presenza viva e reale di Gesù in mezzo a noi in questo sacramento. Quindi, l'Eucaristia è il fondamento, il centro e l'essenza della nostra fede cattolica che deve essere centrata su Gesù, nostro Dio e Signore. L'Eucaristia è il dono più grande che Dio ha dato agli uomini. È il più grande tesoro del mondo. È la vita della nostra vita, perché Gesù Cristo è la stessa persona. L'Eucaristia non è una cosa sacra, è Gesù stesso, che ci dice:
Io sono il pane della vita, chi viene a me non avrà più fame e chi crede in me non avrà più sete (Gv 6, 35). Colui che mangia di me vivrà in eterno (Gv 6, 53-59). Il calice della benedizione che noi benediciamo, non è forse comunione con il sangue di Cristo? E il pane che noi spezziamo, non è forse comunione con il corpo di Cristo? (1 Cor 10, 16).
L'Eucaristia è il cibo degli angeli (Sap 16, 20), il pane del forte (Sal 78, 25), del cielo (Sal 105, 40), il pane vivo disceso dal cielo (Gv 6, 51 .) È il miglior alimento per la crescita della nostra vita spirituale.
Per questo motivo, la Chiesa ci racconta, attraverso i Papi, che l'Eucaristia è il dono più grande che Cristo ha dato alla Chiesa (Giovanni Paolo II, 31 ottobre 1982). L'Eucaristia è fonte e culmine della vita cristiana (Catechismo della Chiesa n ° 1324). L'Eucaristia è il cuore della vita cristiana e la comunità parrocchiale (Giovanni Paolo II, 28 maggio 1996).
Proprio perché l'Eucaristia è Gesù stesso, il nostro Dio e Signore, lì, davanti al tabernacolo nelle nostre chiese, giorno e notte, milioni di angeli accompagnano, adorando e amano il loro Dio Sacramento. Alcuni santi sono uniti agli angeli per adorare Gesù.
San Josemaría Escrivá de Balaguer, ha dichiarato:Da tempo, quando mi inginocchio davanti al tabernacolo, dopo aver adorato il Signore Santissimo Sacramento, ringrazio anche gli angeli, perché continuamente adorano Dio. Questo santo stesso dice nel suo libro "Gesù che passa": Quando celebro la Messa, circondato da angeli so che essi stanno adorando la Trinità. San Bernardo dice: A quel tempo, gli angeli circondano il sacerdote, facendo di lui una guardia d'onore. Angeli riempiono la chiesa intorno all'altare e contemplano la sublimità e la grandezza del Signore.
L'essenza della fede
L'Eucaristia non è importante, ma essenziale, per vivere la nostra fede. L'Eucaristia è l'essenza e fondamento della nostra fede cristiana. L'Eucaristia è Cristo stesso in persona. Non basta credere in Cristo in modo teorico, è necessario amarlo personalmente e avere il massimo rispetto.
Santa Margherita Maria Alacoque (1647-1690) ha detto: Il mio sovrano Signore non ha mai smesso di sgridarmi direttamente colpa mia. Cosa che non gli piace e quello che mi è sempre stato rimproverato più gravemente è la mancanza di attenzione e rispetto, in presenza del Santissimo Sacramento, specialmente in tempo di preghiera. Ahimè! Di quante grazie sono stata privata per una distrazione, uno sguardo curioso, per una posizione più comoda ed un atteggiamento meno rispettoso.
Santa Faustina Kowalska ci dice: Oggi, dopo la comunione, Gesù mi disse: Tu sai, mia cara, che quando raggiungo un cuore umano che ha ricevuto la Santa Comunione, ho le mani piene di tutte le grazie e Ie voglio dare loro, ma le anime nemmeno prestano attenzione. Mi lasciano da solo, pensano ad altre cose. Oh, quanto triste è questo per me, mi trattano come una cosa morta!
Mia figlia, non lasciare la santa comunione se non sei sicura di essere caduta gravemente. Al di là di questo, non smettere di ricevermi nella comunione. Il tuo piccolo difetto nel mio amore va via come un fuscello gettato in un grande incendio. Sai quanto mi rattrista quando non mi ricevi nella comunione.
Il Curato d'Ars consigliava: Per avvicinarsi alla comunione, si salirà con molta modestia, s’inginocchia alla presenza di Gesù nell'Eucaristia, mettere tutti i vostri sforzi per suscitare la vostra fede. La tua mente e il cuore devono essere centrati in Gesù. Attenzione a non girare la testa da una parte all’altra. Se si attende qualche istante, suscita nel vostro cuore un amore appassionato per Gesù Cristo. Prega Gesù che si degni di venire al tuo povero cuore. E, avendo avuto la grande gioia della comunione, torna al tuo sito e mettiti in ginocchio. Parla un momento con Gesù, che hai la fortuna di tenere nel tuo cuore dove per un quarto d'ora, è in corpo e anima nella sua vita mortale.
Carlo Carretto, il grande scrittore italiano, ha detto: vorrei dire a tutti quelli che lasciano solo Gesù nel tabernacolo: Immagina che la fede della Chiesa è vera. In questo caso, non giustificherebbe venire a stare con Lui? Io credo che Gesù è presente nell'Eucaristia. Come questa fede mi ha aiutato! Devo molto a questa presenza! È qui di fronte, dove ho imparato a pregare. L'Eucaristia è la migliore porta a Dio. Sentivo molto la dolcezza in presenza di Gesù nell'Eucaristia! Quanto ho capito il motivo per cui i santi restavano in contemplazione dinanzi a questo pane, pregando, adorando e amando!
Santa Teresina de los Andes, la santa cilena, morta all'età di 19 anni, ha detto: vorrei far capire a tutti che l'Eucaristia è un paradiso, perché il cielo è un santuario, ma senza porte, una Eucaristia senza veli, una comunione senza fine.
La venerabile Maria Angelica Álvarez Icaza (1887-1978), fondatrice messicana del Monastero della Visitazione di Città del Messico, ha scritto: Oggi ho sentito in un modo ineffabile la presenza reale di Gesù nell'Eucaristia, sensibile come si sente la presenza di una persona vivente di avvicinarla. Così sento il mio Amato, quando mi avvicino al tabernacolo. Mi sento qualcosa come il calore, il respiro, la sua vita. Non so spiegare come sia, ma ancora una volta Lo sento come una persona viva. E quanto amore e tante benedizioni che riceviamo nella Santa Comunione! Dovremmo avere un reale desiderio di comunione come i santi.
San Giovanni Bosco diceva ai suoi giovani: Volete abbondanza di grazie? Visitate il Santissimo Sacramento di frequente. Ne volete poche? Siate avari nel visitarlo. Non ne volete nessuna? Passate al largo.
Quante benedizioni ci perdiamo per non amare Gesù Eucaristia! Quante visite, Messe e Comunioni persi per sempre per non aver messo un piccolo sforzo in più da parte nostra! Gesù è nostro amico, nostro vicino, il nostro Dio, che aspetta pazientemente nel tabernacolo per arricchirci con i suoi doni. E si passa ... Perdiamo molte benedizioni! Come ci si sente Gesù nel tabernacolo! Molte chiese chiuse durante il giorno ed Egli in attesa! Pochissimi vanno a trovarlo e riceverlo nella comunione con la vera fede e amore! Cerchiamo di fargli visita e fargli compagnia perché non si lascia vincere in generosità!
Hola Luce, muy buena entrada dedicada a tu sobrina, las imagenes son preciosas. Te felicito.
RispondiEliminaDios os bendiga.
Saludos.
Ma sei grande !!!!
RispondiElimina1) Fare la catechesi alla tua (deliziosa!) nipotina via web ti edifica tantissimo come cristiana, come madrina, ma anche come blogger;
2) Hai reso , con questo post, un grandissimo servizio anche a me personalmente !!!
Mi hanno commossa in particolare le parole di Gesù a santa Faustina: "Il tuo piccolo difetto nel mio amore va via come un fuscello gettato in un grande incendio" !!!
Grazie Mirta, Dio ti benedica, io lo ringrazio con il cuore x averti messa sulla mia strada !!!
Buona domenica dell'Ascensione, , amica mia!
Maddy
Si legge tutto il tuo amore di tia! E' bella e fortunata la piccola Paulita.
RispondiEliminaSandra
hermosissima Paulita!!!
RispondiEliminaUn abbraccio
Ciao Mirta bellissima iniziativa, carinissima la tua nipotina e sara' anche bravissima, grazie per il post, baci rosa a presto buona domenica,)
RispondiEliminaLe deseo a tu sobrina un feliz día. Estoy segura, que esta entrada le va a entusiasmar, has puesto todo el amor y el cariño en ella.
RispondiEliminaUn besito para las dos.
Molto carina la tua Paulita e l'impegno che tu Mirta le dedichi è davvero ammirevole.
RispondiEliminaUn bacio.
Carina la tua nipotina e molto bella la tua idea,baci,Rosetta
RispondiEliminaciao...che carina la tua nipotina... e quello che hai scritto sarà davvero utile alla deliziosa Paulita... ciao..un sorriso..luigina
RispondiEliminaCiao cara, ti ammiro per la tua missione. É fortunata la tua bella nipotina Paulita. Ti leggo attenta anch'io. Grazie e baci
RispondiEliminache bellissima missione ti sei presa! e che bellissima bambina la tua Paulita! la Madonnina vi accompagnerà e vi sosterrà sicuramente in questo cammino che percorrerete assieme!
RispondiEliminaun bacione e buona nuova settimana mia cara amica!
Bella Paulita ed è fortunata ad avere una madrina come te.
RispondiEliminaAuguri!
Brava Zia! :) ma che bella la tua nipotina! un abbraccio
RispondiEliminaChe bello cara mirta! direi che sei la persona ideale per fare da madrina! anche se siete lontane la seguirai di sicuro benissimo e le saprai stare sempre vicino!
RispondiEliminabaci baci
Ma quant'è carina la tua Paulita! Cara Mirta, per te dev'essere una gioia occuparti di lei.
RispondiEliminaDolcissima la tua Paulita, e lei è fortunata ad avere una madrina come te, così piena di fede e di amore. Le auguro di avere in sè sempre Gesù, e che l'accompagni in tutta la sua vita.Ti abbraccio
RispondiEliminaE' deliziosa la tua nipotina! E tu sei davvero la madrina più affettuosa e preparata che ci sia :-) brava!
RispondiEliminaBaci,
Maris
Gracias Mirta por compartir tantas cosas lindas!Te felicito por este espacio que has creado.Tampoco tengo blogger,pero igual te seguiré visitando! Me llamo Clara soy una catequista de Puerto Madryn -Chubut-Argentina.Un saludo a la distancia, hasta pronto!!!
RispondiEliminaClara es siempre una gran alegría recibir una compatriota, gracias a vos por tu visita, ahora estoy publicando casi todas las semanas el catecismo breve del Papa San Pio X, donde hay sugerencias muy valiosas para los catequistas. ¡Un gran abrazo en Cristo!
RispondiElimina