"Dio è il garante, non il concorrente, della nostra felicità, e dove entra il Vangelo – e quindi l’amicizia di Cristo – l’uomo sperimenta di essere oggetto di un amore che purifica, riscalda e rinnova, e rende capaci di amare e di servire l’uomo con amore divino"...
«Spirito di Vita, che in principio aleggiavi sull’abisso, aiuta l’umanità del nostro tempo a comprendere che l’esclusione di Dio la porta a smarrirsi nel deserto del mondo, e che solo dove entra la fede fioriscono la dignità e la libertà e la società tutta si edifica nella giustizia»
(Benedetto XVI)
"Dios es el garante, no la competencia, de nuestra felicidad, y donde entra el Evangelio- y por lo tanto la amistad de Cristo - el hombre experimenta ser objeto de un amor que purifica, caldea y renueva, hace capaces de amar y de servir al hombre con amor divino"...
«Espíritu de Vida, que en el principio vagabas sobre el abismo, ayuda a la humanidad de nuestro tiempo a comprender que la exlusión de Dios la lleva a perderse en el desierto del mundo, y que solo en donde entra la fe florecen la dignidad y la libertad y toda la sociedad se edifica en la justicia».
(Benedicto XVI)
Il Papa: Dio è diventato sconosciuto anche in Italia
24/05/2012
Benedetto XVI incontra i vescovi riuniti in assemblea e chiede loro di puntare all’essenziale della fede cristiana per evangelizzare nuovamente il Paese
Andrea Tornielli Città del Vaticano
Non ha citato le emergenze etiche, non ha ripetuto l’appello
per una nuova generazione di cattolici in politica, non ha commentato
la situazione sociale ed economica del Paese: si è concentrato sulla
fede. Anzi sulla mancanza di fede e sul processo di secolarizzazione
sempre più evidente anche in Italia, «in un tempo nel quale Dio è
diventato per molti il grande Sconosciuto e Gesù semplicemente un grande
personaggio del passato».
Fonte: http://vaticaninsider.lastampa.it/homepage/vaticano/dettaglio-articolo/articolo/papa-el-papa-pope-italia-italy-15338/
El Papa: Dios se ha convertido en un extraño incluso en Italia
05/24/2012
Benedicto XVI se encuentra con los obispos, que se reunieron en su asamblea, y les pide que regresen a la esencia de la fe cristiana para evangelizar de nuevo al país
Andrea Tornielli
Ciudad del Vaticano
No citó las emergencias éticas, no repitió el
llamado a una nueva generación de católicos en la política, no comentó
la situación social del país: se concentró en la fe. Es más, en la falta
de fe y en el proceso de secularización cada vez más evidente incluso
en Italia, «En un tiempo en el que Dios se
ha convertido para muchos en el gran Desconocido y Jesús es simplemente
un gran personaje del pasado».
Es un discurso que retoma la esencia el que
Benedicto XVI pronunció a mediodía en el aula del Sínodo ante los
obispos italianos que se reunieron en su asamblea general. El Papa
recordó sobre todo el cincuenta aniversario del inicio del Concilio e
invitó a «profundizar sus textos». Además subrayó las intenciones de
Juan XXIII, que quería transmitir «pura e íntegra la doctrina, sin
atenuaciones o tergiversaciones, pero de forma nueva», y definió como
«inaceptable» la clave de lectura que presenta al Vaticano II como una
falta de continuidad o ruptura con la tradición anterior, afirmando que
gracias al Concilio «la Iglesia puede ofrecer una respuesta
significativa a las grandes transformaciones sociales y culturales de
nuestro tiempo».
Benedicto XVI también advirtió sobre la
«racionalidad científica» y sobre la «cultura técnica» que, yendo más
allá de sus ámbitos, pretenden «delinear el perímetro de las certezas de
razón únicamente con el criterio empírico de las propias conquistas», y
citó como ejemplo el surgimiento, a veces confuso, «de una singular y
creciente domanda de espiritualidad y de supernatural, signo de
inquietud que habita en el corazón del hombre que no se abre al
horizonte trascendente de Dios».
La secularización avanza e «incluso en una
tierra fecunda corre el riesgo así de convertirse en un desierto
inhóspito y la buena semilla podría ser sofocada, pisoteada y perdida.
Un signo de ello es la disminución de la práctica religiosa […] Numerosos
bautizados han perdido su identidad –indicó–; no conocen los contenidos
esenciales de la fe o piensan que pueden cultivarla prescindiendo de la
mediación eclesial. Y mientras muchos dudan de las verdades enseñadas
por la Iglesia, otros reducen el Reino de Dios a algunos grandes
valores, que ciertamente tienen que ver con el Evangelio, pero que no se
refieren al núcleo de la fe cristiana»
El centro del anuncio cristiano, repitió
Ratzinger citando las palabras del Papa Wojtyla, «no es un concepto, una
doctrina, un programa sujeto a libre elaboración, sino que es, sobre
todo, una persona que tiene el rostro y el nombre de Jesús de Nazaret,
imagen del Dios invisible». «Lamentablemente
–explicó–, Dios queda excluido del horizonte de tantas personas; y
cuando no encuentra indiferencia o rechazo, se quiere relegar el
discurso sobre Dios al ámbito subjetivo, reduciéndolo a un hecho íntimo y
privado, marginado de la conciencia pública. El corazón de la crisis
que hiere Europa pasa por este abandono, este rechazo de la apertura a
lo Trascendente».
Para afrontar esta situación, dijo el Papa, «no
bastan nuevos métodos de anuncio evangélico o de acción pastoral para
hacer que la propuesta cristiana encuentre mayor acogida». Como señala
el Concilio Vaticano II, se trata de «recomenzar desde Dios, celebrado,
profesado y testimoniado [...] Nuestra primera, verdadera y única tarea
es la de comprometer nuestra vida por aquéllo que […] es verdaderamente
fiable, necesario y último. Los hombres viven de Dios, que a menudo
buscan inconscientemente o con tanteos para dar pleno significado a la
existencia. Nosotros tenemos la tarea de anunciarlo, mostrarlo, de guiar
al encuentro con Él».
Ratzinger recordó que es por este motivo que
comenzará el Año de la Fe el próximo 11 de octubre, y citó de nuevo a su
predecesor para afirmar que la nueva evangelización debe ser, como
enseña el Concilio, una obra común de los obispos, de los sacerdotes, de
los religiosos y de los laicos, así como de los padres de familia y de
los jóvenes: «Dios es el garante de nuestra
felicidad -ha dicho Benedicto XVI para terminar- , y donde entra el
Evangelio […] el hombre experimenta que es objeto de un amor que
purifica, renueva y hace capaces de amar y servir al hombre con amor
divino».
Al final de su discurso, Benedicto XVI recitó su
oración al Espíritu Santo, en la que, entre otras cosas, se afirma:
«Espíritu de Vida, que en el principio vagabas sobre el abismo, ayuda a
la humanidad de nuestro tiempo a comprender que la exlusión de Dios la
lleva a perderse en el desierto del mundo, y que solo en donde entra la
fe florecen la dignidad y la libertad y toda la sociedad se edifica en
la justicia».
Ciao Mirta, grazie! Buona domenica a te e alla tua famiglia!
RispondiEliminaCarmen
Ciao Mirta, dove entra la fede c'è un cuore che riesce a sorridere!
RispondiEliminaUn abbraccio carissima e splendida domenica!
Buona domenica, Mirta, che sia di pace e serenità per tutti noi
RispondiEliminaBuona domenica!...che la pace regni nel mondo!
RispondiEliminaveramente belle queste parole del Papa Mirta!!!
RispondiEliminaFelice domenica di Pentecoste
ciao cara, buona domenica anche a te Lory
RispondiEliminaquesta frase della settimana non la trovo affatto semplice...o forse è perché al momento ho altro per la testa...ritornerò a trovarti per leggerla con più calma!
RispondiEliminaBuona domenica!
baci baci
Ciao Mirta buona settimana
RispondiEliminadi pace e serenità,
Tiziano.
ciao Mirta io arrivo un po in ritardo ma ti mando un caro saluto ed un augurio di buona settimana. a presto
RispondiEliminaBellissima questa citazione!
RispondiEliminaCiao Mirta,grazie per queste frasi bellissime!Ti auguro un buon proseguimento di settimana,Letizia.
RispondiEliminaquando passo da te mi riempio sempre di positivo
RispondiEliminaGrazie cari amici della vostra visita e saluti, ascoltiamo il Papa che è la nostra guida sopratutto in questi tempi difficili....
RispondiEliminaVanno meditate queste parole del Santo Padre, hai ragione, Mirta: lui è la nostra guida in Terra e ha lo Spirito Santo che lo ispira, quindi dobbiamo ascoltarlo.
RispondiEliminaTanti baci!