Dagli insulti al mondo vescovile alle confidenze con Scalfari: Bergoglio è fuori controllo? Anatomia di una cattolica guerra civile
Estratto dall'articolo di Damian Thompson
"La Chiesa cattolica non è mai sembrata così vicina alla Comunione anglicana, che andò in mille pezzi quando i credenti ortodossi, specialmente in Africa, credettero che i propri vescovi avessero abbandonato gli insegnamenti di Gesù. Nel caso del cattolicesimo, però, la crisi strisciante si colloca in una scala molto più grande. Per milioni di cattolici, la forza più importante della Chiesa è certamente la sua coerenza e la sua immutabilità. Si aspettano che il vicario di Cristo sulla terra preservi la stabilità. Se i papi precedenti sono apparsi come delle figure elevate e distanti, questo è perché essi avevano bisogno proprio di questo, per evitare che potesse emergere uno scisma all’interno di una Chiesa che ha radici in tante culture diverse.
Oggi invece il successore di Pietro si sta comportando come un politico, litigando con i propri avversari, ammiccando al pubblico con citazioni, e telefonando ai giornalisti per rilasciare dichiarazioni sorprendenti che il suo ufficio stampa può tranquillamente smentire. Egli sta facendo capire di non trovarsi d’accordo con gli insegnamenti della sua stessa Chiesa. Ma un Papa non può comportarsi in questo modo senza cambiare la natura stessa della Chiesa. Forse è ciò che Francesco intende fare, ma questo lo si può solo immaginare, visto che egli deve ancora articolare un programma coerente di cambiamento, né è chiaro se sia intellettualmente attrezzato per metterlo in pratica. I cattolici fedeli credono che l’ufficio di Pietro sopravviverà a prescindere da chi lo detiene. Gesù l’ha promesso. Ma dopo il caos dell’ultimo mese, la loro fede è messa alla prova fino al punto di rottura. Bergoglio sembra rivelarsi l’uomo che ha ereditato il papato e l’ha distrutto".
Sus reformas variadas y sus declaraciones extravagantes lo hacen parecer fuera de control según el Católico conservador medio.
Extracto del artículo de Damian Thompson
"Nunca antes la Iglesia Católica se había parecido tanto a la Anglicana en términos de Comunión- que rompió porque los creyentes ortodoxos, especialmente de África, creyeron que sus obispos habían abandonado las enseñanzas de Jesús.
En el caso del catolicismo, la crisis que se avecina es a una escala mucho más grande. Para millones de católicos, la gran fuerza de la iglesia es su certeza, coherencia e inmutabilidad. Miran al Vicario de Cristo en la tierra para preservar la estabilidad. Si los papas sucesivos se presentan como figuras altas y distantes, eso es porque lo necesitan, con el fin de evitar un cisma en la iglesia mundial que tiene sus raíces en tantas culturas diferentes.
Ahora, de repente, el sucesor de Pedro está actuando como un político, provocando disputas entre sus opositores, atormentando al público con frases cortas y atrayendo a periodistas con citas sorprendentes que un jefe de prensa puede retractar de forma segura. Está incluso dando a entender que no está siquiera de acuerdo con las enseñanzas de su propia iglesia.
Un Papa no puede comportarse así sin cambiar la naturaleza misma de esa iglesia. Tal vez sea eso lo que Francisco pretende; sólo podemos entreverlo, porque aún tiene que articular un programa coherente de cambio y no está claro si está intelectualmente equipado para hacerlo.
Los católicos leales creen que la cátedra de Pedro va a sobrevivir independientemente de quién la sostenga; Jesús lo prometió. Pero después del caos de los últimos meses, su fe está siendo probada al límite. Comienza a parecer como si Jorge Bergoglio fuera el hombre que heredó el papado y luego lo rompió".
[Traducción por Mariana. Artículo original]
En el caso del catolicismo, la crisis que se avecina es a una escala mucho más grande. Para millones de católicos, la gran fuerza de la iglesia es su certeza, coherencia e inmutabilidad. Miran al Vicario de Cristo en la tierra para preservar la estabilidad. Si los papas sucesivos se presentan como figuras altas y distantes, eso es porque lo necesitan, con el fin de evitar un cisma en la iglesia mundial que tiene sus raíces en tantas culturas diferentes.
Ahora, de repente, el sucesor de Pedro está actuando como un político, provocando disputas entre sus opositores, atormentando al público con frases cortas y atrayendo a periodistas con citas sorprendentes que un jefe de prensa puede retractar de forma segura. Está incluso dando a entender que no está siquiera de acuerdo con las enseñanzas de su propia iglesia.
Un Papa no puede comportarse así sin cambiar la naturaleza misma de esa iglesia. Tal vez sea eso lo que Francisco pretende; sólo podemos entreverlo, porque aún tiene que articular un programa coherente de cambio y no está claro si está intelectualmente equipado para hacerlo.
Los católicos leales creen que la cátedra de Pedro va a sobrevivir independientemente de quién la sostenga; Jesús lo prometió. Pero después del caos de los últimos meses, su fe está siendo probada al límite. Comienza a parecer como si Jorge Bergoglio fuera el hombre que heredó el papado y luego lo rompió".
[Traducción por Mariana. Artículo original]